Cuando alguien quiere comenzar
de cero para armar un acuario en casa se deben tener en cuenta ciertos
principios fundamentales para que esta actividad sea placentera y no termine en
una frustración que derrumbe nuestras ilusiones.
Lo primero que se debe tener en
cuenta es que los peces son seres vivos y como todos, necesitan una
planificación responsable, ya que sería cruel de nuestra parte no cuidar a
nuestras mascotas como se merecen.
Hay que mencionar algo muy
importante: un acuario no es solo una “caja de vidrio” donde se pone el agua y
los peces. Po esto, en vez de hablar de “pecera”, se debe decir “acuario”, ya
que en este último se crea un ecosistema en el que conviven en equilibrio los
peces, las plantas (si colocamos especies naturales) y una colonia de bacterias
que beneficiarán la vida de nuestros peces.
Para armar nuestro primer
acuario hay que elegir el lugar idóneo para ubicarlo. Ese va a ser por mucho
tiempo el lugar destinado a nuestros peces, ya que una vez armado no se podrá
mover.
Se debe tratar de evitar los
lugares donde llegue la luz directa del sol. Esto provoca un crecimiento
excesivo de algas y lo vuelve muy poco atractivo. Tratar de tener cerca un
tomacorriente, para conectar el aireador, el filtro, calefactor, iluminación u
otro accesorio eléctrico.
Una vez definido el lugar y
teniendo en cuenta el espacio que disponemos, se buscará la pecera más indicada
para nuestro acuario. Olvidarse de las famosas peceras esféricas o frascos,
estos no reúnen las condiciones mínimas para que sobrevivan nuestros peces. Recordar
que cuanto más grande sea el acuario, mejor serán las condiciones de vida y
menor será el cuidado y mantenimiento. Sólo nos debe limitar el espacio en
nuestra casa que hayamos elegido para colocar nuestro acuario y nuestro
presupuesto.
Cuando tenemos la pecera y el
lugar donde la vamos a ubicar, entonces sí, comenzamos con el armado
propiamente dicho. Para ello, debemos contar con los siguientes accesorios,
algunos obligatorios y otros optativos: las placas, son una especie de rejilla
de plástico que se coloca en el interior de la pecera y que debe cubrir toda o
casi toda la superficie. El pico, un tubo plástico que encaja en las placas y
por su interior circulará un flujo constante de aire. El aireador, una especie
de bomba de aire que se conecta al pico mediante una manguera de plástico. La
grava, piedras de tamaño a elección que cubrirá el fondo de la pecera y debe
alcanzar una altura de entre 4 y 6 cm aproximadamente. Todo lo anterior,
conforma el llamado “filtro biológico” cuyo funcionamiento es indispensable
para crear las condiciones de vida necesarias para nuestros peces. Es
importante colocar debajo de la pecera una plancha de “telgopor” para evitar roturas
debido a la presión del vidrio del fondo sobre la superficie donde se apoya.
Los anteriores, son los
accesorios obligatorios para armar nuestro acuario, pero existen otros que
aunque no sean indispensables, es altamente recomendable contar con la mayoría
de ellos: el filtro, un accesorio importantísimo para eliminar del agua las
sustancias nocivas que se producen constantemente como los restos de comida, la
materia fecal y otros restos como plantas, etc. Si nuestro acuario cuenta con
un filtro será más fácil su mantenimiento y las condiciones ideales se
mantendrán por mucho más tiempo al evitar cambios de agua frecuentes.
Si elegimos especies de peces
tropicales, otro accesorio infaltable es el calefactor que mantendrá la temperatura
del agua en el rango ideal para nuestros peces. Un termómetro ayuda a conocer
los valores de temperatura y saber si ésta se encuentra por encima o por debajo
de lo ideal.
Las plantas forman un capítulo
aparte. Un muy hermoso y natural ecosistema se obtiene con la inclusión de
algunas especies de plantas naturales en nuestro acuario. Para esto, además de
adquirir las plantas, se deben tener en cuenta algunas condiciones como la luz
(artificial) necesaria para el crecimiento y desarrollo de estas.
Una red para atrapar peces es
muy útil para trasladarlos y también para retirar restos de comida y plantas.
Como decoración para nuestro
acuario existen infinitas cantidades de adornos de todo tipo como láminas de
fondo, piezas de cerámica, vasijas de barro, plantas de plástico y rocas (que
además de decorar, también sirven de escondite para nuestros peces). No
olvidarse que para lavar la pecera y todos los accesorios solo se debe utilizar
agua sin ningún producto químico adicional como jabón o detergente.
El agua. Quizás lo más
importante para nuestro acuario. Cómo este es un artículo para principiantes,
no voy a incluir definiciones y conceptos químicos difíciles para no
confundirlos.
El agua apta para ser utilizada
en nuestro acuario debe reunir algunas condiciones mínimas: no debe ser
utilizada directamente de la canilla, primero se la debe tratar con
acondicionador y anticloro para eliminar esta sustancia tóxica para nuestros
peces. Al colocar el agua en nuestro acuario por primera vez se la puede tratar
directamente en su interior, pero para realizar cambios de agua, esta debe ser
tratada antes de agregarla y dejarla reposar 48 horas como mínimo.
Una vez armado nuestro acuario
se debe llenar con agua hasta una altura de 3 o 4 cm por debajo del borde.
Luego, se debe dejar funcionando todo (aireador, filtro, calefactor,
iluminación, etc.) por un tiempo no menor a dos semanas. Este período se llama
“ciclado” y es vital para la formación de las bacterias necesarias para el
equilibrio del ecosistema.
Una vez transcurrido ese
tiempo, se puede empezar a colocar los peces. Recordar que para alimentar a
nuestras nuevas mascotas se conseguirá el alimento ideal para la o las especies
que hayamos elegido. La alimentación se hará 1 o 2 veces por día y la cantidad
de comida que ellos coman en 3 minutos, luego de ese tiempo tenemos que retirar
el resto con nuestra red para evitar la contaminación del agua.
Tener peces en nuestro propio
acuario es una de las cosas más lindas que vamos a disfrutar y nos dará muchas
alegrías. No olvidemos que mirar nuestros peces es una actividad muy relajante
para nuestra vida.
Suerte y a animarse.